jueves, 10 de agosto de 2017

La silla de ruedas

Pues ha llegado el día. Nos han dado silla de ruedas.
Que yo entiendo que Retoño va mejor colocado, que es lo mejor para él.
Que ya llevaba tiempo sabiendo que se la iban a dar. Que la iba a necesitar.
Que la silla de ruedas la hacen a medida y que  mientras se la fabrican tienes un tiempo para hacerte a la idea.
Que tienes muy asimilada la situación motora de tu hijo.
Pero con todo esto, el día que te la entregan, llegas a casa y te sientes así como ¡plof!
Porque piensas que las únicas ruedas a mayores que te gustaría que tuviese tu hijo fuesen los ruedines de la bici.
Y te da miedo la primera vez que salgas de casa con la silla. Porque sabes que las miradas de la gente van a ser distintas.
Me entraron así como ganas de llorar. Pero no lloré. Porque me dije a mi misma que sólo era una silla.
Y luego pensé en la cara de susto que le iba a entrar a mi madre.
Y una amiga me llamó y me preguntó que cómo estaba, que a ella cuando le dieran la silla de su hijo llorara todo el día. Y agradeces que alguien se preocupe por como te sientes en ese momento. Porque es un momento de mierda. Y quieres quejarte de tu momento de mierda.
Retoño, que ayer iba en una silla de paseo como la de cualquier niño, ahora va en una silla de ruedas.
Y ya hemos salido a la calle. Y las miradas cambian. Ahora son esquivas. Y un niño le preguntó a su madre "¿por qué ese bebé va en silla de ruedas?" (Retoño parece más pequeño de lo que es) y la madre tiró de él como si los persiguiese el diablo.
Y suspiras. Y piensas, pues nada, a acostumbrarse.
Pero que no es todo tan malo. Retoño va sentado perfectamente. Es lo mejor para su espalda. Sigue yendo feliz de paseo. He escogido un color muy molón de la silla. Es ligera y coge bien por cualquier sitio.
Y es solo una silla. Retoño sigue siendo el mismo.

1 comentario:

  1. Es solo una silla, una silla que significa muchas cosas...

    Solo puedo decirte que yo, cuando tengo ganas de llorar, lloro y que salga el sol por "andequiera", pero entiendo que a veces es mejor relativizar las cosas y no dramatizar.

    Ala retoño, a pasear con la silla por las calles acompañado de sus papás que tanto lo aman!!!

    Besos!!!

    ResponderEliminar