domingo, 30 de septiembre de 2018

La forma cuadrada

El otro día hablaba con una mamá que a veces lo difícil no es tener un hijo con diversidad. Lo difícil es formar parte del sistema.
Es como si la entrada al sistema tuviese forma cuadrada. Y el porcentaje de personas que nacen con forma cuadrada es muy alto. Así que entran en el sistema fácilmente.
Pero a veces nacen triángulos, o circulos o estrellitas. O personas que antes eran cuadrados pasan a ser rombos.
Y entonces, por mucho que lo intenten, no dan atravesado la puerta del sistema.
Lo ideal sería que la puerta tuviese todas las formas posibles o fuera grande, para que nadie sufriese al atravesarla.
Pero eso es una utopía de momento.
A mi no me disgusta que mi hijo tenga una formita distinta. Lo quiero como es. Claro que tengo sueños como puede ser escucharlo algún día decir "mamá", pero mi felicidad no depende de que se vean cumplidos. Mi felicidad se desarrolla cada día a día a su lado, sin esperar ni presionar.
Pero sí que me preocupo y me angustio cuando veo la forma cuadrada de la puerta y me pregunto como va a entrar mi pequeña estrellita por ahí.
Y es por esto por lo que a cada familia con un hij@ con diversidad funcional les escuchas decir "esto es una lucha continua".

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Empezamos mal

No empezamos septiembre con muy buen pie. El colegio de Retoño había solicitado un apoyo de pedagogía terapéutica. El personal con el que cuentan no da cubierto todas las necesidades de los niños.
En el aula de Retoño empiezan 22 niños de 3 años.
La administración no ha concedido el profesor de apoyo.
La solución que le da al colegio es que nos vayamos a un colegio de educación especial. Aun no hemos comenzado las clases y nos están invitando a marcharnos (no el colegio, la administración).
No me gusta el colegio de educación especial que hay aquí. No quiero mandar a mi hijo ahí.
Quiero un cole ordinario.
Mi hijo tiene derecho a una educación inclusiva, equitativa y de calidad. Como cualquier otro niño. ¿O los otros padres llevarían a su hijo a un colegio que les disgustase? No.
Para que la educación sea equitativa y que los alumnos saquen un provecho de ella necesita medios. En el caso de Retoño medios humanos. Un profesor de apoyo.
Un profesor que estará deseando que lo contraten.
La realidad es que estoy muy disgustada. Mientras tendría que estar disfrutando de los últimos días de descanso de Retoño antes de empezar el cole estoy tramitando citas con inspección educativa y pensando cómo van a conceder ese profesor al colegio. Porque cuando no lo han hecho ya, fácil no me lo van a poner.
Lo que están haciendo es colocarle barreras invisibles a mi hijo y que no se pueda beneficiar de una educación ordinaria y equitativa.
Lo que me están diciendo con esto es que la inclusión no existe en la práctica. Si ya tenemos dificultades en el día a día, esta es una más.
Tendría que estar agobiada por la compra de material, como cualquier padre, pero lo que estoy es con el estómago destrozado y una migraña impresionante pensando en cómo librar la batalla que tenemos delante.
Prguntándome que, si formamos parte de la sociedad, ¿por qué nos lo pone tan difícil?
¿A qué van los niños al cole? A aprender.