lunes, 15 de abril de 2019

La importancia de la Atención Temprana

Hoy es el día de la Atención Temprana. A nosotros nos acompaña la atención temprana desde que Retoño tiene 3 meses. Recuerdo aquella primera visita al servicio como algo horrible. Con la sensación de "yo no debería estar aquí. No quiero que mi hijo sea un paciente de este servicio". Ahora pienso en el servicio de Atención Temprana como un compañero en estos años.
La Atención Temprana es muy necesaria, se le debe dar el valor que tiene, que es mucho, se debe tener muy en cuenta por la sanidad para que tenga la dotación de un personal suficiente y cualificado. La Atención Temprana es ese servicio desconocido por mucha población, porque afortunadamente la mayoría de niños no tiene que hacer uso de ella.
Pero para los padres que tenemos que acudir allí casi diariamente es todo lo que tenemos.
Nuestros hijos no tienen cura para la causa de su alteración en el neurodesarrollo. No hay nada más allá de la estimulación temprana, del trabajo continuo. Nuestros pequeños avances dependen en gran medida de ese servicio.
Para nosotros es tan importante como un tratamiento.
También son la guía durante todo este tiempo. Muchas veces no entendemos qué le está pasando a nuestros hijos. Por qué no es capaz de dirigirse a un objeto, por qué usa un sentido y no otro, por qué tiene este comportamiento. A veces tienes muchas dudas que se ven resueltas con un terapeuta, un logopeda o un fisioterapeuta, por nombrar sólo algunos de los profesionales.
Se ocupan de ir al colegio para resolver también dudas de los profesores. O ayudan con una posible adaptación de la silla o la mesa del niño.
Nuestros hijos crecen con la Atención Temprana, en todos los aspectos. Necesitan sesiones suficientes en tiempo y calidad.
Y que vaya más allá de los seis años. Porque a los seis años se acaba. Te dan un alta que no es real.
Porque mi hijo aun no desarrolló todo su potencial. Necesita el apoyo de ese servicio más tiempo. A nosotros ya nos queda poco y me parece horrible.
Ahora está empezando a usar un andador. Le encanta. Y el subidón que me pegó a mi la primera vez que lo vi fue impresionante. Aun me dura. Pero necesita mucho entrenamiento. ¿Cómo puedo pensar que en unos meses esto se acaba? Siento que el sistema deshaucia a mi hijo y a mi. Cuando el trabajo diario de los profesionales (y el de Retoño, que también tiene mucho mérito) me está demostrando que hay esperanza para mi hijo a llegar un poquito más lejos.
La Atención Temprana te acompaña en los momentos más difíciles de tu vida. Te da palos. Pero también te da esperanza. Te enseña la importancia de trabajar. De continuar hacia delante. De no rendirte. De pensar que aun queda algo más.
Debería ser muy protegida, una lucha de los políticos para que mejorase, para que continuase. Para que no existiesen listas de espera. No debería acabarse a los 6 años.
No podemos imaginarnos ninguna enfermedad en la que no te atendiesen por tener más de X años, ¿no? Pues es lo que nos hace el sistema a nosotros. Nos quita la atención cuando aun la necesitamos.
A la Atención Temprana hay muchas cosas que agradecerle. Al sistema que la gestiona hay cosas que reprocharle.