domingo, 6 de diciembre de 2015

Cuando sueñas demasiado

Hoy por la noche soñé que estaba embarazada, de 38 semanas para ser más precisos. Soñé los movimientos del bebé en mi barriga,  notaba su pie debajo de mis costillas. Además notaba que se acercaba su nacimiento. Soñé con los dolores de parto, notaba que venía una contracción. Entonces iba a hablar con una matrona y ella me decía que estaba equivocada, que no estaba embarazada. Y mi barriga desaparecía.
Cuando desperté lloré. Me siento muy triste hoy.
Me siento triste porque me dijeron que Retoño podía morirse en mi barriga. Por el miedo que pasé. Me siento triste porque cuando nació no lo dejaron estar a mi lado. Su primer contacto con el mundo fue la respiración a través de un ambú, el tacto de uan vía colocándosele en su brazo. Lloré porque me olvidé de ser su madre cuando empezaron a darnos información de lo distinto que era su desarrollo. Y lloré porque quiero otro embarazo y no puedo. No voy a volver a estar embarazada y estoy triste. Me separaron emocionalmente de mi bebé cuando más nos necesitábamos y estoy triste.
Hoy lloro, por el pasado y por la ausencia de una segunda maternidad. Hoy estoy muy triste.

2 comentarios:

  1. No estés triste... si quieres otro hijo y no puedes tenerlo tu... os habéis planteado adoptar???? tienes derecho a ser madre de un niño que llore porque no le compras ese juguete de la tele, que a los 13 meses corretee por toda la casa tirándolo todo... que se enfade si no le das la chuche prometiendo que comerá todo sabiendo que no lo hará....
    Y tienes derecho a ser feliz con Retoño, porque si él tu vida sería menos vida... y toda la lucha te ha servido para aprender lo importante de la vida y alejarte de las tonterías.
    Yo también tengo las ausencias que comentas, el contacto inicial de la madre con el bebé al nacer (ni tan siquiera a Irene pude cogerla hasta 5 o 6 horas más tarde...), yo sufría porque Isaac no sabía lo que era la luz del sol, ni una mantita que lo protegiera ahi dentro de la caja de cristal llena de cables... todavía a sus 6 años no ha pronunciado mamá... Pero reconozco que Irene llena todos los vacíos y que sin ella todo sería mucho más difícil, ella es una niña normal, con sus caprichos, sus desordenes, sus luchas con la comida... pero inteligente e independiente acorde a su edad.
    Por eso si sufres por esa segunda maternidad, te animo a que lo consigas, hay otras maneras y todas te haran sentir madre. No sé lo que te impide la segunda maternidad, pero buscad otro camino, aunque os parezca más trabajo, te aseguro que el esfuerzo vale la pena.
    rocío

    ResponderEliminar
  2. Fue un sueño tan real que me dejó hecha polvo. Pero ya estoy bien. Fue un día de paciencia con una misma y ya está. Me alegro leerte otra vez por aquí, Rocío.

    ResponderEliminar