Últimamente me doy cuenta de que me "enamoro" de mujeres (aunque no en el sentido romántico de la palabra).
Mujeres valientes, luchadoras, que se levantan una y otra vez aunque haya días que lo que más les apetezca sea quedarse en el suelo.
Mujeres que pelean por un sueño, que lo siguen hasta alcanzarlo.
Mujeres que deciden librarse de ataduras, de seguir su camino solas aunque las invada el miedo.
Que hacen de tripas corazón en multitud de veces.
Mujeres con pelos de colores, que han visto su corazón roto y que han conseguido repararlo y hacerlo aun más bello.
Mujeres que han llorado la muerte de sus hijos, y siguen ahí, peleando por seguir adelante y ser felices de nuevo.
Mujeres empoderadas.
Mujeres que hacen tatuajes de cicatrices.
Algunas que lucharon con enfermedades hasta el último día de su vida, y que el recuerdo que dejaron en mi fue el de una sonrisa, y el de saber bromear hasta de la muerte.
Mujeres que están hartas de prejuicios por su talla y que no necesitan decorarse para mostrar al mundo cada día lo bellas que son.
Aquellas que sirven de sostén a sus padres, o a su marido, a sus hijos o a una amiga. Esas mujeres que no nos podemos imaginar la vida sin ellas.
Las que van al trabajo y echan de menos a sus hijos, que vuelven a sus casas y tienen un millón de cosas por hacer, que se acuestan y que se levantan cansadas. Aquellas que deciden quedarse en casa con los hijos, que postponen su trabajo, y que pasan el día haciendo miles de cosas y que también acaban agotadas.
Mujeres que han tenido que renunciar a cosas y no le dan vueltas al pasado.
Mujeres que viven una vida real. Que aceptan sus limitaciones y las de los demás.
Que quieren ser felices y nada más. Que no se hacen daño unas a otras. Que te tienden la mano.
A todas vosotras, os amo.
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