A veces me pregunto que pensarán otras madres cuando me ven con mi hijo. ¿Se preguntarán cual es la causa? ¿Qué podrá hacer mi hijo? A lo mejor se sienten afortunadas por no estar en mi situación. Quizás miran a su hijo y piensan "que suerte tengo". O quizás no piensen nada. O tal vez sientan pena.
Lo que hay detrás de nuestra familia es trabajo, esfuerzo y cariño. Lágrimas y risa. Cansancio. A veces soledad y falta de comprensión. Un gran entendimiento con otras madres como yo. Agradecimiento, esperanza y felicidad. Paciencia infinita. Ganas de disfrutar con cualquier cosa. Una vida como cualquiera de la vuestra.
¿Pero que hay detrás de mi hijo? Una lucha diaria con una sonrisa grande como una sandía. Un pequeño campeón. Que lleva desde los 3 meses con sesiones de fisioterapia. Que sin saberlo ha aprendido lo que es esforzarse prácticamente desde que nació.
Sesiones diarias porque después a la fisioterapia se le sumó la terapia ocupacional.
Un trabajo constante. A veces sin tener ganas. Porque seguro que prefería quedarse en brazos de mamá como el resto de bebés. A veces con molestias, porque le obligan a estar en posiciones y hacer movimientos que no le gustan.
Sin saberlo tiene una rutina que a un adulto le resultaría cansado. Pero él no se queja. Él sigue sonriendo.
Cuando mireis a un niño con diversidad funcional no os fijeis en lo que no puede hacer, si no pensar en todo el trabajo que ese niño hace a diario, en lo increíble que puede ser. Es un superviviente que pelea cada dia por hacerse un sitio en el mundo.
En un mundo complicado para todos. Porque en la sociedad aun hay que cambiar muchas cosas. Porque nuestra sociedad tiene una puerta de entrada cuadrada. ¿Y qué pasa si eres redondo?¿O si tienes forma de estrella?
Pero mi hijo es además como cualquier niño: le gustan los dibujos, las canciones, que le prestes atención, dormir pegadito a mamá, que le hagan cosquillas, las luces...
Todos somos iguales al fin y al cabo, todos somos familias diversas.
El otro día leí el blog de una madre que daba saltos de alegría porque su hijo había sacado un 4 en un examen. El niño tiene síndrome de Asperger, y tiene dificultades incluso para leer y comprender las preguntas, así que un 4 era todo un éxito para esta familia.
ResponderEliminarTodo es relativo, todos llegamos a dónde llegamos y todos somos valiosos. Estamos aquí y vamos a disfrutar lo que podamos.
Retoño es muy grande.
Besos.
Cada niño tiene un potencial, y cuando lo desarrolla, los padres nos ponemos felices. La verdad es que los padres nos ponemos felices con cualquier pequeño gran logro.
ResponderEliminarBesos
Yo antes cuando veía una madre con un niño con discapacidad pensaba que la culpa era de ella... más bien como un mecanismo de defensa... como cuando ves un accidente de tráfico y piensas ¿cómo iría?... pensando que eso no te puede pasar a tí porque vas con cuidado y tal... luego la vida me dio un "zas en toda la boca" y ahora creo que cuando la gente me ve con mi hija pensarán que la culpa fue mia... (yo a veces todavía lo pienso). No se si esto te ayudará... pero es lo que a mí me pasa...
ResponderEliminarYo puedo preguntarme la causa de la discapacidad,una falta de oxígeno al nacer,una alteración genética...Pero nunca pienso que es el culpa de la madre. Culpar a la madre jamás.
ResponderEliminar