Cuenta atrás porque mañana vuelvo al trabajo. Llevo casi un año y medio sin trabajar, al principio por estar de baja por el embarazo (Retoño le cogió gustillo a eso de preocupar a mamá desde que era una lentejilla) y luego porque al finalizar el permiso por maternidad me cogí una excedencia por cuidado de hijos. Y mañana es el día que vuelvo.
Siento que empiezo una nueva etapa, antes era enfermera, luego pasé a ser mamá y ahora paso a ser las dos cosas a la vez. Es como si empezase de cero, me siento como la primera vez que empecé a trabajar (aunque lleve casi 8 años en el mismo puesto).
Pedí una reducción de jornada para no sentir que desatiendo a Retoño. Si todo hubiese salido según lo planeado (niño que sólo lo llevas al médico a las revisiones oportunas del calendario infantil y alguna vez más por moquillos o cosillas así) me reincorporaría con normalidad y buscaría una guardería. Pero la realidad es distinta, la guardería nos la desaconsejaron y Retoño va un montón de días a Atención Temprana a terapia (menos mal que existen estos servicios en la Seguridad Social). Así que Mihombre y yo iremos adaptándonos como podamos a esta nueva etapa. Menos mal que él trabaja jornada interrumpida un día cada cuatro (trabaja un día entero y libra tres, lo que facilita enormemente las cosas).
Los fines de semana a veces sí que tiramos de mis padres para que cuiden a Retoño y nosotros poder salir a cenar o comer algún día, pero durante la semana mis padres, que son aun jovenes, trabajan y poco nos pueden ayudar, además que no los quiero sobrecargar. Y ya no hay más familia que nos pueda echar una mano.
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