En los últimos años el avance en el acceso a la información ha sido impresionante. Hace veinte años yo no sabía lo que era internet. Si querías saber algo buscabas información en una enciclopedia. Pero a día de hoy vivir sin un buscador de internet se nos hace imposible. ¿Qué quiero saber como se hace una carbonade, que me la comí en Bélgica y estaba increíble? Pues se lo pregunto a google. Y esta rapidez y facilidad de acceso a cualquier dato es maravilloso.
Pero a veces la información que recibimos a través de una pantalla, solitaria, puede confundirnos.
Eso es lo que me pasó el otro día cuando en una red social descubrí una página de matronas que transmitía "argumentos feministas en contra de la lactancia materna". Y ahí es cuando me dije, en voz alta, estoy de las tetas hasta las tetas.
Creo que a día de hoy la mayor parte de la gente conoce los beneficios de la lactancia materna.
Y cada vez que veo un debate de este tipo se me atraganta.
Estamos creando un debate de algo biológico que llega un momento que se vuelve absurdo. Es un sinsentido.
Yo he dado teta. Si tuviese otro hijo daría teta. Tengo amigas con lactancias largas, hasta los cuatro años. Tengo amigas que se llevan un sacaleches al trabajo. También amigas que no quisieron dar teta. O que lo intentaron y no fue como ellas pensaban.
¿Y qué pasa en todos estos casos? Pues nada, que cada una hizo lo que mejor consideraba.
Yo es que lo veo tan sencillo como:
- Tengo nueve meses para pensar qué quiero hacer, busco información para tener conocimientos suficientes a la hora de tomar una decisión.
- Nace el bebé. He decidido dar teta. (Enhorabuena, has tomado tu primera decisión como madre).
Aquí hay dos opciones: el bebé se engancha y os adaptais ambos sin problemas o aparece algún tipo de dificultad. Si aparece algún tipo de dificultad hay solución: vas a la matrona o a un grupo de apoyo a la lactancia (hoy en día es fácil encontrar uno cerca).
- Nace el bebé. He decidido no dar teta. (Enhorabuena, has tomado tu primera decisión como madre).
En cualquier caso no hay que justificar nada. Ni si no quieres dar teta, ni si tienes una lactancia prolongada, ni si nada. Ni si al principio fue bien pero después tuve que dejarlo...
Cuando te conviertes en madre hay un montón de cosas que vas a tener que decidir. La alimentación de tu bebé es lo primero. Y hay que entender que lo que yo puedo tener muy claro no es lo mismo que tiene claro la mamá de al lado.
Creo que la alimentación de un bebé no debe formar parte de un debate. Ni necesita la justificación de una ideología. Ni ser una causa para descuidar más la maternidad. Porque la maternidad hoy en día, no está nada cuidada. No se valora. Cuando vale mucho. Porque sin ella nadie estaríamos aquí.
Creo que es algo íntimo entre dos personas. Una madre y su recién nacido. Una mirada hacia dentro y decir "yo lo quiero hacer así" y luego se lo transmites a tu bebé "oye, lo vamos a hacer así, seguro que nos sale bien".
Y sin más. Sin justificaciones.
Hola!
ResponderEliminarYo creo que es que todos tenemos una opinión sobre todas las cosas y a veces, sin que nos la pidan, la damos de manera gratuita y muchas veces de manera poco adecuada. Nos olvidamos de decir "yo creo" o "a mi me parece", y damos nuestras opiniones como si fueran verdades universales con frases del estilo "pues eso que haces es xxx" o "menuda tontería hacer xxx".
Yo tengo mi opinión bastante clara sobre el tema de la lactancia materna, pero también es verdad que no tengo hijos ni los tendré seguramente, así que mi visión está totalmente sesgada. Eso sí, me cuido mucho de dar mi opinión alegremente y cuando la doy, dejo muy claro que es mi punto de vista.
En definitiva, que me enrollo, como tú dices no hay que justificar nada ni dar muchas explicaciones. Entiendo que el tema harte, pero al fin y al cabo yo me lo tomaría como una opinión personal y a otra cosa mariposa.
Besos!!!
Besos Maribel!
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