sábado, 19 de mayo de 2018

Boda real

Hoy por la mañana estuve viendo con entusiasmo la boda de Harry y Megan. Porque me encantan las bodas. Soy de las que lloran en cada boda y que disfrutan con la ceremonia. Además, como su boda es anglicana, me hizo pensar en la mia, porque también nos casamos por el rito anglicano.
Yo en casa no tengo un príncipe. No me ha tocado un cuento de hadas como el que he visto hoy en la tele. Lo suyo es una boda Real y la nuestra fue una boda real.
En casa tengo un hombre normal y corriente. De los que te cruzas cualquier día por la calle y no te llaman la atención.
A no ser que lo conozcas como yo lo hago.
En casa tengo un hombre que me sigue haciendo sentir especial después de todos estos años.
Que cuando más le gusto es recién levantada por la mañana.
Que me hace sentir que puedo hacer todo lo que me proponga.
Que el apoyo que da es incondicional.
Que hace todas las cosas que yo odio hacer.
Que cuando a mi se me agota la paciencia el demuestra que la suya es infinita.
Que comparte noches de desvelo.
Que nunca me pregunta a que hora voy a volver si decido salir. Porque entiende mi parte individual.
En casa tengo al mejor padre que Retoño podría tener. El que nunca ha dudado de la capacidad de su hijo. El que es su fan y animador incondicional. El padre que nunca ha flaqueado ni en los primeros momentos. Un padre que cuida cada día, de los que están ahí, dando tiempo de calidad. Besando y abrazando a cada rato a Retoño. Riéndose con él.
Que aporta a la casa esa dosis de lentitud que a mi me falta. Que frena los tiempos.
Que dice que tengo un don para todo. Y aunque yo no lo crea, me gusta oirlo.
Que no es romántico, pero cuando quiere ser detallista lo hace muy bien.
Que me escribe cartas por el día de la madre como si fuese Retoño y siempre me hace llorar.
Que se inventa historias raras de cosas cotidianas.
Que a veces me desespera y me dan ganas de gritarle.
Que me hace un zumo de naranja cada mañana.
Que me hace sentir bien. En casa.
Un hombre que está formado de tantas partes buenas que  me hace sentir que lo quiero. Y que pasaría por nuestra boda real otra vez. A pesar de las dificultades que luego aparecieron. Porque lo miro y siento que juntos hacemos las cosas bastante bien. No todo el rato, claro, pero sí la mayor parte del tiempo.

1 comentario:

  1. En casa no tienes a un príncipe; tienes a un rey, y tú eres su reina.

    Por muchos años más de amor!!!

    Besos.

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